Según el Maestro Peter Deunov, la meditación es "una reflexión sobre cosas bellas y buenas que elevan el espíritu y el corazón del hombre.” Meditando, el hombre primero debe concentrar el pensamiento sobre esos lados buenos, y después en los malos, pero con el objetivo de corregir-los él mismo. (Así, incluso en el mal se revela una posibilidad de transformación hacia lo bueno y bello.) El mejor momento para meditar es por la mañana, pero todo hombre es libre de escoger la hora del día que más le conviene Hay una sola condición obligatoria: la presencia de una buena disposición de espíritu.