LA TIERRA DE LOS VIVOS

        “La Buena oración” (oración)
        “En el principio era el Verbo” (canción)
Leeré el Salmo 116.
Tomaré solo las últimas palabras del Salmo que he leído: “La tierra de los vivos”.  Tomaré un versículo que la gente contemporánea, como también las almas más avanzadas de la humanidad en los tiempos antiguos, han estudiado y que representa el lenguaje de la naturaleza. Sus maestros – los genios, los santos -, también han estudiado este lenguaje de la naturaleza. Yo le llamo el lenguaje viviente de la naturaleza. Nuestros lenguajes son dialectos o traducciones de él. Cada uno que quiere tener un concepto correcto de la vida, debe estudiar el lenguaje de la naturaleza. Este es el lenguaje de la auto-conciencia y de la superconciencia humanas.
Así como la gente ahora entiende la vida, ésta es una vida pasada. Ahora la gente reviven la vida de los animales más superiores, es de los animales. Esta vida que la gente vive es la vida animal más sublime. Apenas ahora la gente pisa en lo humano. Lo que ellos hacen es sólo animal. Ahora empiezan a entender que los animales representaban etapas por las cuales el espíritu humano ha pasado. La gente religiosa se resiente cuando les digo que han pasado por el camino de los animales o lo contrario. Puede ser que los animales han pasado por el camino del hombre. O bien el hombre ha pasado por el camino de los animales, o bien, los animales han pasado por el camino del hombre. Entendedlo como queráis. Cuando digo que el hombre ha pasado por el camino de los animales, algunos piensan: “¿Cómo es posible? ¿Acaso los hombres hacen las cosas que hacen los animales?”.
Ahora no me voy a detener en lo que los materialistas determinan que es correcto y que es incorrecto. Nosotros observamos la vida desde un punto de vista totalmente diferente. Los sufrimientos tienen sentido. Cuando el hombre pierde su dinero, él sufre. Cuando pierde su salud sufre; cuando pierde su conocimiento, sufre. Cualquier cosa que el hombre pierde siempre sufre. Este es su entendimiento. Pero si el hombre entiende el lenguaje de la naturaleza, él nunca va a sufrir, porque existe una ley: “Cada ganancia trae una pérdida detrás de sí, y cada pérdida es el camino para una ganancia”. Así es la ley en la naturaleza. Tiene que venir una pérdida, para que venga una ganancia. Tiene que venir un estado doloroso, que es una preparación para la salud.
La vida se determina por un proceso muy simple que nosotros llamamos respiración. No puedes vivir si no respiras. Y el niño con el primer suspiro desde el vientre de su madre empieza la vida. Él no vive en el vientre de su madre. Ahí se construye su cuerpo. La madre vive y a través de su vida mantiene la vida del niño. Cuando el niño pequeño nazca, el primer suspiro es el llanto. El primer llanto muestra que empieza a vivir. Dicen: “¡El niño lloró, entonces vivirá! Esta es una exclamación. Él dice: “¡Vivo!”. Es un júbilo, un gran júbilo, porque ha hecho algo grandioso cuando  lloró, pero la madre dice: “Este niño no entiende.”
Digo: Ahora la vida depende de la respiración del hombre. Los pueblos asiáticos, durante miles de años han estudiado la ciencia de la respiración. Apenas ahora nuestros científicos empiezan a estudiar la respiración desde otro punto de vista. Tanto los primeros como los segundos están de acuerdo: si la respiración cesa, cesa la vida; empieza la respiración, también empieza la vida. Desde este punto de vista, todas las enfermedades se originan en la respiración. La respiración determina la comida. La respiración determina también la vida externa de la gente. Un hombre que no respira bien, es iracundo, nervioso, irritable, entiende incorrectamente. Todo es mecánico. Aquel que no respira correctamente, aunque sea rico, llegará a la pobreza más grande; pero si respira, él es fuerte. Él entiende que su riqueza está en la respiración.  Si sabes como respirar, dicen los pueblos asiáticos, puedes arreglar tus asuntos. Si no sabes como respirar tú desarreglarás tus asuntos. 
Ahora, nuestra cultura occidental... a veces nosotros nos auto-engañamos, cuando leemos diferentes libros, diferentes ideales. Para que se logren estos ideales, la gente necesita mente,  necesita la vida. ¿Cómo se va a lograr esto? ¿De qué manera alcanzaremos la vida, si no hay de dónde tomarla? En el molino la rueda puede girar si fluye el agua. Entonces el molino muele la harina. Si no hay agua que empuje esta rueda, entonces las condiciones de la vida no serán tan buenas.
Ahora, hay dos contradicciones en el mundo. Contradicciones que la gente espiritual ha creado. Ellos no entienden la ley. Y la gente mundana tampoco entiende la ley. A mí constantemente me preguntan por qué la naturaleza ha creado las cosas así. Otra es la pegunta por qué Dios creó las cosas así. ¿Por qué El Señor creó el mundo así? Porque así quiere. ¿Por qué la naturaleza creó las cosas así? Porque así quiere. ¿Qué filosofía hay en esto? Ninguna. Algún hombre científico puede comprobar las causas verdaderas. Nadie sabe, sólo puede filosofar. La filosofía en este caso, no es ciencia. Estas son conjeturas: por qué y para qué. Pero en dicho caso nosotros podemos probar. Si respiras correctamente, como debe de ser... Cuando el hombre está sano, debe respirar correctamente. El desequilibrio más pequeño que pierdes, si te irritas un poco o si viene alguna aflicción, si no entiendes el sentido de la aflicción, inmediatamente tu respiración se quebrantará. De acuerdo con la ciencia occidental, un cierto tiempo después de que se quebranta la respiración,  la sangre no se puede purificar a través de ella, y cuando la sangre no se purifica, se quedan sedimentos, se forma la sangre venosa. Entonces se forma un sérum en el cuál viven todas las enfermedades y microorganismos.
Todo el mundo hoy día está infectado por enfermedades. Hay toda una ciencia para la sanación de la gente. La gente busca solo medicamentos. El medicamento está en el aire. El elixir vital (como lo han llamado en la edad media), o el prana (como lo llaman los pueblos asiáticos) es una cura para todas las enfermedades. Puesto que nosotros vivimos en un siglo materialista, La gente quiere que las cosas sean visibles. Las cosas invisibles son menos peligrosas que las visibles. La gente científica contemporánea, que son materialistas, hacen la siguiente prueba: hipnotizan un hombre y le sugestionan algo. Quieren medir la fuerza de aquello que es invisible. Este hombre es héroe, pues puede luchar contra tres personas. Lo hipnotizan, lo ponen en este sueño magnético y le sugestionan. Con una varita fina dibujan en la pizarra sólo una línea y le dicen: “Aquí hay un muro inmenso, que no se puede pasar.” Y este hombre al venir a este sitio dice: “No puedo pasar, hay un muro grande.” Otro hombre despierto ve que no hay muro sino tan sólo una línea dibujada con tiza, y en cambio el gran héroe no puede ver esto y dice: “Hay un muro grande.”
Así que ahora en el mundo, hay tales fortalezas, tales líneas de tiza dibujadas y cada uno que viene dice: “Esta es una regla, esto es moral.” Pero tú ves que no hay moral ninguna, tú ves que esto no tiene futuro ninguno. Él dice, qué feliz estaría cuando muera. ¡Qué cosa tan extraña! ¡Él mientras está vivo no es feliz, pero dice que estará feliz cuando se muera! ¡Vaya lógica!. La felicidad es cualidad de la vida, no es una cualidad de la muerte. La muerte es una limitación. La gente contemporánea dice: “¡Que muera para que me libere!” Si la palabra “muerte” significa salir de una prisión y entrar en la vida, bien, entiendo, pero pensar que la libertad puede llegar a través de la muerte, es un concepto incorrecto.  Aún un hombre tan grande como el Cristo, tres veces ora y dice: “Si es posible que pase de mí esta copa”. Por fin, cuando no vio respuesta, aceptó la muerte y solucionó otra pregunta, una ciencia mucho más profunda. No hay nadie de vosotros que no llegará a esta frontera, de una u otra manera llegará a solucionar esta pregunta. Nosotros la dejaremos, que no nos perturbe.
La muerte en el sentido pleno es una liberación del hombre de algo. La muerte no entendida es una limitación extrema para el hombre. El infierno es el sufrimiento más grande. Dejaremos esta pregunta. Aquello que debe tomar sitio en vuestra mente es que vosotros estáis en la Tierra y tenéis que vivir. Las condiciones de vuestra vida os son dadas. Ahora, yo hablo a gente escogida, que son sanos, no a los que están enfermos. Porque si yo hablara a gente enferma, de otra manera daría mi lección. Pero puesto que vosotros sois sanos, de otra manera desarrollo las preguntas. Vosotros podéis hacer una objeción: “¿Y aquellos, los enfermos?” - Dejad los enfermos al lado. “¿Y los pobres?” - Dejad los pobres al lado. “¿Y los ricos?” - Dejad los ricos al lado. “¿Y los científicos?” - Dejad los científicos al lado. En la tierra de los vivos, retened esto ahora.  Aquellas preguntas las observaréis cuando tengáis tiempo libre.
En el lenguaje de la naturaleza, lo más importante es que tú sepas respirar. Esto es lo esencial. Después de que aprendas a respirar, entonces solucionarás todas las preguntas. Si no has aprendido a respirar, entonces cualquier cosa que hagas, todo tu arte se va a evaporar. ¿Para qué necesitas riqueza, para qué necesitas conocimiento? Este conocimiento, ¿dónde lo guardarás? Tanto el conocimiento como la salud del hombre dependen de la vida que viene a través de la respiración. Con cada suspiro tú recibes la vida. Ahora os voy a hacer una analogía. Los peces que se encuentran en un estado 10 veces peor que nosotros, deben de sacar el aire, ellos no lo tienen en un estado tan preparado como nosotros. Ellos tienen aparatos específicos, máquinas, con los cuales sacan el aire desde el agua. Ellos también lo buscan. Por eso el agua pasa por sus branquias. En la poca cantidad de aire que encuentran, ellos se alegran. Nosotros, después de recibir el aire, extraemos de él el elixir vital o el elixir de la vida, o el así llamado prana, que es conductor de la vida. Si no puedes recibir el prana desde el aire, tú no puedes vivir. Por lo tanto, esta ciencia dice así: cuando tú respiras, de ninguna manera te vas a inquietar. Creerás que tu vida tiene una reserva grande. Depende de ti, de tu conocimiento de como tienes que trabajar, que no fuerces demasiado tus pulmones. ¿Por qué en cada minuto se hacen 20 inhalaciones? Estas son 20 comidas por minuto. ¡Por una hora – 60 minutos por 20 – son 1200! ¿Y en 24 horas? Estas son comidas, son festines. 20 comidas, esto es poner la mesa. Las células de los pulmones son científicos. En la vida física, científicos más grandes que las células de los pulmones no hay. Ellas son científicos especialistas. Podéis leer en los libros cuantos millones de células son. Algunos fisiólogos avanzados hablan de los pulmones. Ahora se hacen pruebas, acerca de la cantidad de células que tienen.
Por lo tanto en la respiración según la ciencia occidental existen tres niveles: respiración superior, respiración media, respiración baja, más la respiración completa – el cuarto nivel.  Nuestra cultura contemporánea es especialista en la respiración superior. Quien tiene respiración superior levanta sus hombros y sus costillas. La respiración media o baja - o como algunos la llaman respiración abdominal -, debe de llenar la parte superior de los pulmones y entonces el aire debe detenerse ahí por un cierto tiempo para que el elixir, que está almacenado dentro, pueda aceptarse. Por la mañana hay más grande cantidad de este prana. Es por eso que hay que levantarse temprano por la mañana. Los pueblos asiáticos se levantan temprano puesto que el prana está en abundancia. Al despertar la gente lo absorbe a través de sus pulmones. Por la noche la cantidad de prana es mínima. Durante la noche él de nuevo empieza a almacenarse en el aire. Cuando en tiempos antiguos han recomendado que el hombre se levante a media noche para que respire 2 o 3 horas, algunos dicen: “¿Quién va a interrumpir su sueño para levantarse a las 4:00 para respirar? Vamos a dormir.” ¿Cuántas horas son necesarias para dormir? Nuestros fisiólogos determinan 7 horas, para los niños 8; de 26-30 años, menos de 7 horas; de 45 a  60 - 6 horas; de 60 a 80 necesitan 5 horas. Cuando alcances 120 años necesitas 3 horas.
Recordad que vuestros entendimientos religiosos, como también vuestros entendimientos científicos, dependen de la respiración. La respiración es un transformador, uno de los transformadores más grandes del organismo entre la naturaleza y nosotros. Esta energía que recibes a través de los pulmones, debe transformarse. Una parte ira al cerebro, otra al cuerpo para mantenerlo. Pero si tus pulmones no están en buen estado de funcionamiento, para que recibas la vida directamente de la naturaleza, ¿de qué otra manera la recibirás? Diréis que hay algunas pildoras mágicas. No, esto es un engaño, juegan a la lotería, esperan que les caiga el gordo. Si esperas tragar una píldora mágica y que vivas de ella... ¡Tú respirarás! Debes de saber que aquellos que controlan el aire son criaturas razonables. La gente no sabe esto. El aire es controlado por las criaturas más razonables, de muy alta razonabilidad. Toda la felicidad está impregnada en el aire. Nosotros buscamos nuestra felicidad en otro sitio. Puedes leer libros, puedes leer novelas que relatan como algún héroe andaba y hacía todo tipo de heroísmos. Yo llamo héroe a aquel que sabe respirar. El hombre que sabe respirar, adquiere la vida.
Nosotros necesitamos gente rica de vida. La gente contemporánea es pobre de vida. Nada les cuesta suicidarse. Dicen: “La vida para mí no tiene ningún sentido.” Alguno ha leído a Shopenhauer u otro filósofo, pero lo ha entendido mal. Él no es un pesimista como lo entienden. Ellos entienden incorrectamente cuando leen a Tolstoi. Tolstoi es un hombre realista. Él cree en lo real, en aquello que se puede probar. Él mismo cree en la prueba. Dice: “Seré un tolstoísta.” ¿En que consiste el tolstoísmo? En que are la tierra. ¿Antes de Tolstoi no han arado? - “Si, pero que ores también.”  - ¿Antes de Tolstoi no han orado? - “Si, pero que también el hombre piense” - ¿Antes de Tolstoi no han pensado? - No está en esto. La enseñanza de Tolstoi dice: “No contrarrestes el mal. ” O yo lo interpreto así: no te ocupes con las contradicciones que hay en la naturaleza. Ni tampoco te ocupes con sus asuntos, puesto que si entras en contradicción con ella, siempre te pegará.
La única cosa que nunca se va a someter a la gente, es la naturaleza.
La única cosa que siempre pisará a la gente, es la naturaleza
La única cosa que puede crear toda la felicidad de la gente, de nuevo es la naturaleza. Y todas las desdichas de nuevo ella las creará. Ella es despiadada. Si sabes su lenguaje y lo hablas, mejor que ella no hay. Te cogerá, te abrazará. Pero si no la reconoces entonces hay hambre, enfermedades, pobreza, hay de todo.
Vosotros diréis: “El Señor lo ha dejado así.” Dejen esta palabra torcida “Señor.” Ella es una palabra torcida, debemos de interpretarla. Si en la palabra “Señor” vosotros no entendéis el Amor, esto no es ningún Señor. Si en la palabra “Señor” no entendéis aquella fuerza absoluta, que arregla todo, esto no es ningún Señor. Si en la palabra “Señor” vosotros no entendéis lo sublime, lo razonable, esto no es ningún Señor.
Ahora yo no quiero moralizarles, no quiero convencerles. Hablo de cosas que las sabéis, pero las habéis olvidado. No hay por qué comprobarlas, las habéis olvidado.
Hay científicos que olvidan. En América, un famoso profesor americano se va al correo para recoger sus cartas, tenía un paquete. Dice: “Por favor, señor, quiero mis letras.” Aquel dice: “¿Cómo se llama?” Ha olvidado su nombre. Dice: “Perdóneme, señor.”  Se va a preguntar su mujer por su nombre. Encuentra un amigo suyo, que lo saluda con su nombre. Vuelve al correo, dice su nombre y toma sus cartas. Este hombre científico ha estudiado muchas cosas, pero ha olvidado su nombre.
Aquellos que se ocupan con la fisiología dicen: “El debilitamiento de la memoria se debe al ácido láctico.” La filosofía asiática dice: “La memoria débil se debe a la respiración débil.” Por el poco prana que penetra en el cuerpo - el cerebro pasa hambre, las células pasan hambre -. Ellas piensan sólo en el pan y no se ocupan de tus asuntos. Aliméntalas. Que recuerdes, este es un trabajo para ti y no para ellas. Dicen: “Ahora no estamos dispuestas, nosotros tenemos que arreglar nuestros asuntos.”
Esto ocurre de una manera interna. Ahora al Oeste dicen que el hombre debe someter su cuerpo. Los griegos decían: “El hombre debe conocerse a sí mismo.” Que te conozcas a ti mismo – vale, mas o menos está bien; ¿pero que te sometas a ti mismo? ¿Qué vas a someter? Cuando tú venzas, ¿quién se quedará? ¿Quién a quién va a vencer? O si el maestro vence a los alumnos, ¿a quién va a enseñar? La solución no está en la victoria. Ni el maestro debe de vencer, ni los alumnos. Esta victoria no tiene sentido. Se trata de un malentendido de la vida. Pueden atar a los animales, el hombre debe de vencer. Decís: “Nosotros tenemos que vencer.” ¿Pero qué tenemos que vencer? ¿La pobreza? La pobreza es un bien. ¿Qué tenemos que adquirir? -“La riqueza.” Pues, nosotros la tenemos. ¿Qué más adquiriremos? Una riqueza más grande que esta nadie nos puede dar. El cerebro que tienes vale muchísimo. Si tú alimentas esta sustancia, ella es capaz de superar todas las dificultades en el mundo. Si sabes como alimentar tu cerebro, aunque todo el infierno y todas las fuerzas se unieran, tampoco podrían vencer al cerebro. Vosotros diréis: “¿Cómo que no pueden?” En el cerebro se desarrolla una energía tan inmensa y un tal calor en el cuál todos los espíritus malos se derriten. ¿Qué vais a decir? Cualquier enemigo que venga, él se derrite en el cerebro. Vosotros diréis: “No pueden derretirse.” Ahí está vuestra desdicha. ¿De dónde sabéis que no se derriten? Puesto que no los habéis derretido, sí. Muchas cosas, muchos hábitos deben derretirse.
Ahora por ejemplo, muchos piensan que son libres. Yo os voy a decir porqué no sois libres. Según mi opinión, he aquí lo que determina la libertad – lo determino negativamente -. Un hombre que ha cometido un error, no es libre. Un hombre que arregla este error es libre. Un hombre que comete un error y no puede erigirlo, es esclavo. Por lo tanto, para que determine negativamente la libertad: harás una prueba, cometerás un error y dirás: “Yo soy libre para erigir el error.” Tú eres libre. Este es el lado negativo. El lado positivo: tú puedes hacer un bien – eres libre -. Cuando no haces bien, eres esclavo. Cuando no eres generoso, eres esclavo. Cuando eres generoso, tú eres libre. Cuando estudias y amas la ciencia, tú eres libre; cuando dices: “Esto no me hace falta”, tú eres esclavo, no eres libre. Cuando estás celoso, no eres libre, eres esclavo del celo. Cuando eres cobarde, eres esclavo del miedo. Digo: es necesaria una psicología nueva, de la cuál constantemente nos vamos a librar.
Vosotros ahora os ocupáis con la solución de las preguntas sociales: cuánto vais a vivir. Si sabéis respirar bien, no como enseñan ahora, pero hay una manera interna que puede mostrarse; yo no quiero ahora ponerlos en un camino incorrecto. Cuando empecéis a respirar, millonarios no llegaréis a ser; si respiráis correctamente, virtuosos no llegaréis a ser; si respiráis correctamente,  bandidos no llegaréis a ser, pero llegaréis a ser hombres sanos que pueden utilizar en un  cierto caso aquellas condiciones que la naturaleza les ha dado. La naturaleza ha determinado las posibilidades en las cuales el hombre debe vivir. Tú no puedes alejarte de sus límites. Tienes derecho de alejarte sólo cuando cumples aquello que la nauraleza te ha dado. Si tú no has cumplido lo que ella te ha dado, ¿entonces qué cumplirás?
¿Qué quiere un escarabajo de la naturaleza? Este escarabajo, si lo ponen en todas las escuelas, ¿puede llegar a ser un hombre científico? Necesita millones de años para tararear. Él necesita millones de años para pasar por 400-500,000 formas, hasta que llegue a la forma del hombre. Mientras que él pase por la forma de un hombre ordinario y llegue a la forma de un genio, debe pasar por miles de formas.
Por otro lado, para que llegues a ser un santo debes pasar por 2000 formas, después de que has pasado los millones de años de los animales, pasarás estas formas como hombre también.
Siempre cada uno de vosotros en esta vida, muestra hasta donde ha llegado. A veces nosotros nos engañamos, pero la vida siempre muestra hasta donde hemos llegado. Cuando te sobrevenga el obstáculo más mínimo, te desanimas. Dices: “Yo soy un hombre, yo tengo derecho.” A ti como hombre, el Señor te ha dado una fuerza, con la cuál el diablo no puede arrebatarte. ¿Si el diablo te pisotea, dime tú, qué héroe eres?
A mí me gusta nuestro Kólyo en París (Aquì el Maestro llama Kólyo a un luchador búlgaro cuyo nombre original era Doncho Kolev Danev. En aquella época en América este luchador fue conocido con el nombre de Dan Kólov). Él es un héroe, y Bulgaria está en primer lugar. Ha luchado con los luchadores más fuertes y más famosos y ha vencido. Ha luchado con tres y los ha derribado a los tres. Primero apareció un gigante como Goliat, un turco, Osman. Dicen: “Ahora Kólyo se hundirá.” Y realmente en la lucha, en los primeros 35 minutos casi había perdido, pero en el segundo tiempo levantó el Goliat en el aire, lo derribó a tierra y pisó sobre él. Dice: “Soy búlgaro.” Si este nuestro Kólyo puede hacer estas cosas, ¿Acaso vosotros sois más débiles que él?
No os doy ejemplos desde hace 20 años, pero ahora todos los periódicos escriben de esto. Ahí cuando leo, en los periódicos, sobresale la forma de Kólyo quién es y sé hasta dónde ha llegado. Este Kólyo respira profundamente, con maestría. Él ha aprendido la fuerza de la respiración. Él tiene un autodominio extremo, es un hombre del campo físico. Él dice: “Cualquier cosa que ocurra, a mí a tierra no me pueden derribar.” Y de hecho hasta ahora no lo han derribado. Si lo derriban es otra cuestión, pero de momento más fuerte en el aspecto físico como los búlgaros no hay.
Os doy este ejemplo no para que os estimule, sino para mostrarles qué puede hacer un hombre que sabe. Decís: “Él así ha nacido. Su padre y su madre respiraban bien, su abuelo y su tatarabuelo respiraban bien. Una series de generaciones respiraban bien. Luego si este luchador Kólyo cambia su vida, si deja de respirar, perderá su fuerza.
Digo ahora: En la tierra de los vivos hace falta un conocimiento interno. No es tiempo para desánimo, o que pensemos en morir, o que nos quejemos, que escribimos novelas, que desmayamos, que reumatismo, que dolor de estómago, que dolor de cabeza, que neurastenia, que hiperestesia, que plaga... Dejadlas, estas son palabras sin contenido. Si respiras profundamente ninguna plaga te puede coger; si no respiras profundamente, todas las plagas te cogerán. Yo os hablo de cosas que he probado. El hombre siempre debe entender la naturaleza viviente. Tú puedes tener la fuerza en reserva, pero no vas a llevar esta fuerza contigo siempre.
Aproximadamente, hace 15 años en América apareció una joven, ella tenía cierta fuerza. Doce hombres americanos cogieron un árbol grueso e intentaron moverlo, pero no pudieron; ella tan solo puso su mano en el árbol y este giró, se movió. Entonces ella era más fuerte que los 12 hombres. Ellos tomaron el árbol  y lo ataron con una mordaza, pero ella solo puso su mano y este árbol se hizo a pedazos -. ¿De dónde viene esta fuerza? Decís: “Ella ha nacido así.” Cada uno ha nacido, cada uno tiene esta fuerza. Debes de saber cómo dar cierta inclinación a algo. Aquel hombre que entiende las montañas, que entiende los valles, puede hacer un molino. Cuando hace el molino, busca una inclinación. Aquel ingeniero busca en las fuerzas de la naturaleza viviente, porqué ahí también hay ciertas inclinaciones. La inclinación existe ahí donde las fuerzas de la naturaleza viviente se concentran. Este es el sitio donde puedes construir algo. No quiero obligarles. Después de que les hablo debéis de hacer ciertas pruebas. Quiero convencerles que penséis que con la respiración todos los asuntos se pueden arreglar. Si empezáis a respirar correctamente, la cosa empezará a mejorar. La respiración no es un proceso simple como piensan algunos. Primeramente el hombre debe formarse  una comprensión correcta de la naturaleza. El debe formarse una comprensión correcta de lo que es el aire, debe formarse una comprensión correcta de lo que el aire trae, de las riquezas que esconde. Por lo tanto, de esta cantidad de prana que toma desde el aire, que toma de acuerdo a las leyes, si sabe como traspasarlo a través de él, inmediatamente nacerán pensamientos nuevos y él los percibirá.
He aquí, un italiano encontró 3 aparatos que el hombre tiene. Él encontró 3, pero el hombre tiene 12. Uno de ellos lo encontró en la parte derecha del cuello, el otro lo encontró en la pantorrilla y el tercero – donde se perciben los pensamientos. Hace pruebas – puede percibir un pensamiento del hombre. Pone uno […] de aluminio y tú percibirás los pensamientos. Si no desarrollas estos aparatos mediante la ley de la respiración, entonces ¿qué concepto tendrás de la naturaleza, si no puedes percibir todas las fuerzas sutiles? Primeramente tienes que superar la materia dura, la líquida, superar la aérea y la etérica.
Ahora la humanidad da un paso – pasa de la materia aérea a la materia etérica -. La vida venidera será mejorada, puesto que nosotros entramos en un ambiente menos denso, donde casi no habrá oportunidad para ningún crimen. Los crímenes será imposibles. Cuando entréis en este campo, los crímenes serán imposibles, puesto que a un hombre que esta saciado, no puedes tentarlo. Al hambriento sí puedes. ¿Qué es el robo en el hombre? Un impulso interno: él piensa que necesita mucho dinero. Roba una vez, dos veces, tres veces, cuatro veces, cien veces, y cuando acumula millones, de nuevo piensa que no es suficiente. Por fin, las conclusiones humanas incorrectas no tienen fin.
En el tiempo del rey inglés Edward, vuelve de África un millonario inglés, él tenía 360 millones de liras inglesas y se tiró al mar, puesto que pensaba que para la coronación del rey no le bastarían. Alguien se suicida porque no tiene pan. Este millonario piensa que no le bastará el dinero. Si cada uno os da un lev, vosotros tendréis un capital equivalente a un millardo. Diréis: “Estas son solo teorías”. Yo no hablo de teorías, hablo de cosas que habéis probado.
Decís: “Este escribió en tiempo antiguo.” Este que escribió este Salmo, fue muy recto, una persona muy sabia. Él era tan avanzado que apenas ahora los científicos han alcanzado el nivel que él tenía. Él entendía el lenguaje de la naturaleza viviente. Bajo la palabra “Señor” él no entendía lo que nosotros entendemos, sino una cosa completamente diferente.
Digo: El Nombre de Dios. Es necesario que se cree un nombre nuevo para Dios. Este nombre que existe ahora a nosotros no nos puede servir. Cuando el niño está pequeño dice: “Mami”. Cuando es adulto y llega a ser un hombre de 20 o 30 años, cambia. Como niño dice: “Papi”. Cuando llega a ser adulto ya no dice “Papi”. Este niño tiene filosofía. Porque el sufijo significa mucho. ¿Y si yo pongo un “no”? Decís: “No significa nada.” Pero si yo pongo este “no” y digo “No os amo”, entonces ¿sabéis vosotros cuánto vale este “no”? “N” y “O” en el caso dado. ¿Qué diréis? Vosotros tenéis trabajo solo con dos letras. Entonces haréis que este “no” se escriba de otra manera. “Voy a dar” es correcto. “¡No, no voy a dar!” - puede decir el pobre. El rico puede decir: “Doy”. El pecador puede decir: “No lo voy a hacer”; el justo - “Lo voy a hacer.” El perezoso puede decir: “No voy a estudiar.” El justo, el prudente dirá: “Voy a estudiar.” Este es un estado saludable. Tú te sientas y dices: “Este trabajo no es para mí.” ¿Qué trabajo es para ti?
O entonces os pareceréis a aquel búlgaro que ha venido de un pueblo cuando Bulgaria se libró, y buscaba un oficio. Él andaba, observaba, buscaba, se le iba a explotar la cabeza. ¡Jefe – un trabajo complicado! Observaba todos los oficios. ¡Maestro – da vueltas a los libros! Un día en el jardín de Varna mira “director de orquesta”,  le parece un oficio apropiado. Escribe una solicitud, quiere este oficio. Él no piensa para nada que es un oficio complicado. Ni siquiera sospecha esto. Alguna vez nosotros pensamos que en la naturaleza las cosas son fáciles. Un oficio muy simple, toma esta varita, pero detrás de ella está la música. Cuando alguien comete un error, este tono se queda así. El que entiende dice: “tal o cual instrumento.”
En la ciencia de la respiración profunda debéis crear un colegio de gente joven y adulta para que aprendan a respirar – no solamente como piensan los pueblos asiáticos, porque en ellos hay un error, sino que se introduzca lo nuevo -. Que la respiración se ponga en conexión con los sentimientos humanos, que la respiración se ponga en conexión con el pensamiento humano recto. Todos los pensamientos deben de probarse. A través de la respiración puedes probar qué pensamientos son rectos y cuáles incorrectos. Puedes probar como es tu pensamiento – recto o incorrecto -. Toma un pensamiento, que es incorrecto, pronúncialo, y empieza a respirar: verás que la respiración no será rítmica, el corazón no latirá rítmicamente. Tienes palpitaciones o indisposición. Dí un pensamiento correcto e inmediatamente notarás una mejoría de la respiración, un latido cardíaco rítmico. Porque en la naturaleza hay un pulso.
Cada pensamiento recto que es enviado al espacio y percibido por nosotros, es percibido también por todas estas criaturas razonables de la raza humana que han terminado su desarrollo, y ellas al percibir tu pensamiento, inmediatamente se precipitan a ayudarte y a aclararte las cosas. Ellas no son ni una ni dos. Les llaman ayudantes de la humanidad. Cada hombre tiene sus ayudantes. Pero cuando te niegas a andar por el camino correcto, entonces vendrán maestros que son más bajos que tú y te volverán en un animal. Entonces tu respiración romperá su ritmo normal y sentirás que tienes un yugo en tu cabeza, que tu mente se obscurece, que no puedes comer, que no puedes dormir dulcemente, tienes pesadillas: te persiguen osos, bandidos, serpientes. Entonces los médicos te dirán: “Mejora tu comida, diviértete, vé a teatros, a conciertos.” Los conciertos y los teatros no salvan, lo que necesitas es la respiración. Estás enfermo. Sal fuera y respira. Dios ha impuesto vida en el aire. Dí: “Yo puedo ser sano.” Dirige tu mente hacia Aquel, Quien está en todas partes, Quien ha creado el mundo y dí: “Que se haga así como Él lo ha ordenado. Yo cumpliré Su voluntad.” No hay enfermedad que no se vaya a someter a esta fórmula. Vendrá el médico, te pondrá una inyección, puede ayudarte. Te dará una receta pero debes pagar 50, 60 o 100 levas. Tú eres pobre. Dices: “¡Ojalá fuera rico!” Recetas también hay en las farmacias de la naturaleza. Toma la receta del médico y dí así: “Lo que ha escrito el médico” - tómalo mentalmente.  Cuando lo tomes tres veces, el caso se arreglará.
Me alegro de que os reís. La risa es un bien para el enfermo. Cuando el hombre no tiene trabajo, mejor remedio que la risa no hay. ¿Quién se ríe? El enfermo no se ríe. Llegó hace años un señor. ¡Pero que ahora esto se quede aquí, que no lo digáis fuera! Dice: “Necesito 50 levas.” - “No tengo.” Dice: “¡Encuentra!” - “Yo no tengo.” - “Encuentra de alguna parte. ¿Cómo que no tienes? ¡Un hombre como tú que no tenga! Necesito quinina de la farmacia.” - “Esto es un trabajo muy fácil. ¿Me vas a escuchar? Yo voy a tomar ahora. ¿Me vas a escuchar? ¿Cuánto necesitas?” - “30 gramos.” - “Tómalo mentalmente y trágalo a tres veces. Si no sanas, ven a mí y yo te daré 50 levas.” El que cree puede hacer la misma prueba, pero no todos de vosotros. Con gente supersticiosa pruebas no hago, sino con creyentes que tienen fe. La ley es para la gente científica, para los creyentes. La quinina puedes tomarla a través de la comida. Pero la cuestión no es la quinina. Las personas se curan de dos maneras. En la medicina contemporánea una de las maneras es: introducir en el organismo humano una sustancia correspondiente al organismo, que despierta cierta actividad y que se eche fuera. La otra manera es: que apoyemos al organismo con energía vital, que es necesaria para él. Tanto el primero como el segundo método se utilizan. Vosotros a veces podéis ir a un médico. Él constata que vosotros tenéis una inflamación y os prescribe una cura. Entonces tú toma aire y dí: “Que se haga así como dice el médico.” Después de que sanes, da  este dinero a un hombre pobre. ¡Cuánta gente he curado, pero algunos se vuelven tacaños! Decís: “Pero entonces, la clientela de los médicos disminuirá drásticamente. Los pobres no pueden beneficiarse de esto.” Tú te enfermas – prueba mi receta -. Que sea así como he dicho. Pero este dinero que vas a pagar a la farmacia dalo a alguna viuda o a un huérfanito. Si sois honestos, tendréis resultado; si sois tacaños – ningún resultado. Porque la naturaleza es razonable. Todas estas enfermedades que aparecen son causas motivadoras para que se abra nuestra alma. Por un camino ordinario no lo podemos percibir.
Ahora volvamos a la respiración. Aprended a respirar. La respiración profunda – superior, media y baja. Cada día respirad a través de la nariz, no por la boca. Si es medio día, en tiempo de verano, muy tranquilamente podéis respirar a través de la boca, no hay peligro de que se enfríe la garganta.
Ahora digo: Ahora hay incongruencias entre la gente mundana; quien quiera que sea de los religiosos, ninguno de ellos tiene lo que la religión requiere. Nosotros hablamos del Amor. El Amor se puede manifestar sólo en un hombre sano. También se puede manifestar en un hombre bueno. Él es como una flor que debe de florescer. El conocimiento puede manifestarse solo en un hombre que es sano. La libertad se puede manifestar sólo en alguien que es sano. La libertad es sólo para la gente sana. La gente enferma no puede utilizar los bienes de la libertad, del conocimiento. El hombre sano puede vivir en el Amor.
Digo: A través de la ley de la respiración puedes corregir muchos errores. Digamos que vosotros sois un empleado que tiene un director. Alguna vez por algunas razones el director no ha actuado así como debería de hacerlo. Inmediatamente reflexionas y dices: “Yo quiero mostrar a este director que no debe de actuar así.” ¿Qué harás? Él te va a despedir. ¿Después de esto qué vas a hacer? Lucharás y le romperás la cabeza. ¿Qué se logra con esto? No se logra nada. A este director puedes hacerlo un amigo tuyo. Si yo soy un empleado en la empresa de este director, he aquí lo que voy a hacer. Iré y le diré: “Tengo que decirte algo muy importante. Tengo para ti una riqueza que tú no has visto ni en tus sueños”. ¿Qué dirá aquel director? Él cambiará su comportamiento hacia mí. Yo le encontraré y le sonreiré. Luego le voy a decir: “Yo te enseñaré a respirar.” Él es injusto en cuanto a mí. Yo le voy a enseñar como respirar. Yo le voy a enseñar a vivir – a él, a su mujer y a sus hijos.- Un día iré a su casa y le voy a enseñar como respirar. Su mujer y sus hijos me van a mirar bien. Él  dirá: “Te agradezco mucho, veo que eres un hombre bueno, con grandes capacidades. No he visto un hombre como tú – tanto para bien como lo contrario.”
Ahora no os digo que vosotros actuaréis así. Vosotros podéis actuar como queráis. Digo: en la naturaleza hay una manera. Si yo soy un director de un banco, desearía que mis empleados actuaran así. Yo inmediatamente vendré y diré: “Algo tiene, es prudente.” Alguna vez amas a un siervo porque es prudente. Alguna vez el hombre dice: “Debo ser fuerte.” La fuerza del hombre está en otra parte. Tú puedes entrar, girar una llave y hacer muchas cosas. Pero puedes hacer un crimen sólo una vez. La segunda vez si tú no puedes corregir el error, perderás tu libertad. Cuando cometes el error, digo: “No vales para nada.” Cuando corrijas el error, digo: “Me alegro que eres libre.” Si cometes un error y lo arreglas, de ti algo va a salir. Una vez que tú veas que puedes respirar, con la respiración el trabajo se termina. Dices: “¿Que respire ahora? ¡Tengo otro trabajo!” Primero  respirarás, luego pensarás. ¿Por qué así? Antes de ti otro ha pensado y tú cumplirás las reglas de su pensamiento. Entonces después de que respires, llegarás al pensamiento correcto. Cuando respiras, a través de la vida que recibes, harás una prueba. Entrad en una habitación donde haya un criminal que ha respirado y respiren el aire. Entrad también en una habitación donde haya un hombre bueno, respirad el aire y veréis que influencia tendrá. Entrad en la habitación de un criminal y veréis que este criminal ha envenenado todo el aire. Cuando el hombre bueno respira, él es como un ventilador.
Cuando estaba en Varna hace 15 años, hacía pruebas. Puesto que me preocupaban mucho, ponía en la habitación un hornillo con carbón. Quien quera que entraba, no podía quedarse en la habitación. Yo les decía: “Tiene una llama fuerte.” - “Me he acostumbrado.” Los demás huían. Ahora no lo utilizo, porque no tengo necesidad. Estas condiciones tenía que transformarlas. Para los demás era un veneno, para mí no. Cuando el erizo come una serpiente, su veneno no le hace nada. El fuego a alguna gente le quema y a otros no. Hay faquires que entran en el fuego, pasan a través de él, bailan un poco; y sus alumnos también pasan. Es toda una ciencia que el hombre pueda hacer esto. Sin embargo, estas todavía son cosas elementales. Que entres en el fuego no es un arte grande. Que estudies y que aceptes la vida desde el aire, esta es una ciencia excelente, porque en él (en el aire) está tu futuro, en él está tu felicidad – a ti y a miles de generaciones que vendrán después de ti.  Esto no es sólo para la vida contemporánea, sino también para la vida futura. Tú no vas a desaparecer sino vivirás en la Tierra. Decimos: “Vivimos en la Tierra” , pero la vida en la Tierra se entiende ahí donde la Providencia, o sea, Dios, ha puesto todos los bienes. La gente ahora debe estudiar, deben estudiar de los bienes que pueden percibir.
Así que, digo: Si la gente viviera de esta manera, entonces la vida se corregiría mas fácilmente. Puesto que nosotros la arreglamos de una manera totalmente diferente. A lo mejor de esta manera por la cuál tú arreglas tu vida, ella también se arreglara, pero ella no se va a arreglar así como nosotros pensamos. Una generación flaca, una generación que no respira, traerá detrás de sí una descendencia más débil. Habrá una degeneración en la comida, en la respiración y en el pensar. Cuando un alumno entra en las escuelas de los pueblos asiáticos, la primer cosa que le enseñan es a respirar. Un hombre que respira correctamente, no puede tener desgracias en la vida, puesto que se acomoda rítmicamente. Al hombre sano cada cuál lo puede aceptar. Porque el amor es un estado saludable. El Amor puede manifestarse sólo en el hombre sano. Este amor es una riqueza que él lleva.
A veces les he dado ejemplos: Cuando viene una joven bella, tú inmediatamente estás dispuesto a hacer un favor. Cuando miras a un hombre bello, ves que algo bello sale de él. Estás dispuesto a sacrificarte. Cuando viene otro, algo te aprieta, y no das: “¿Nosotros de cuales debemos de ser? Todos nosotros debemos ser de aquellos, donde Cristo dice: “Que así brillen vuestros hechos delante de los hombres para que cuando los vean glorifiquen a Dios.” Debemos de ser portadores de lo Divino. Para Dios dicen: “¿Sabéis que cosa es Dios?” Dios ha hecho una inhalación durante toda una época y hace una exhalación. ¿Sabéis que cosa es retener el aire? Ahora hay adeptos y genios que retienen el aire durante una media hora. Él es un adepto de primer nivel. Dios puede hacer una inhalación para millones de años y cuando exhala crea los mundos. Cuando inhala, Él recoge este mundo y luego lo transforma. ¿Qué vais a decir de esto? Dios es tan sabio, que tiene conocimiento. Nosotros exhalamos 20 veces por minuto y no hacemos nada. 20 veces recibimos y nada hacemos. Y entonces decimos que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios. El pez que ha nacido del pez, sabe nadar. El pájaro que ha nacido del pájaro sabe volar. El hombre que ha nacido de Dios, ¿cómo es que no sabe hacer esta cosa?
Nosotros decimos que el hombre es libre. Libre es aquel que ama la Verdad. Sabio es aquel que ama la Sabiduría. Vive aquel que ama o tiene el Amor en su corazón.
La respiración es un proceso para recibir la vida. Si recibes la vida, el conocimiento vendrá. Cuando llegue el conocimiento, aparecerá la libertad en el mundo. Estas son ahora cosas específicas que se quedan, estas se refieren a la escuela interna, para que penséis. Si alguno de vosotros hace una prueba pequeña, vengan a mí, os voy a dar instrucciones pequeñas.
“Padre Nuestro” (oración)
         “Bendito el Señor Dios nuestro” (canción)     

         11-a conferencia dominical,
         dada por el Maestro
         en 10.XII.1933, 10 am.,
         Sofía – Izgrev.